¿QUÉ CÁMARA DEBO COMPRAR?



¿Qué cámara comprar?

Cada mes aparecen nuevas cámaras y los catálogos de las empresas no paran de crecer y de actualizarse. Incluso a los que nos dedicamos a informar sobre esas novedades nos cuesta a veces seguir el ritmo. A menudo las nuevas funcionalidades hacen que una cámara de hace un par de años parezca obsoleta y nos entren ganas de cambiarla por algo más novedoso. ¿Qué cámara comprar? No es una pregunta fácil en absoluto, así que aquí os vamos a dar algunos consejos.

¿Qué tipo de cámara necesito?


Ésta es la pregunta más importante que debes hacerte. Si simplemente quieres una cámara para hacer fotos en los cumpleaños familiares y para llevártela cómodamente de viaje, seguramente te sobra con una cámara compacta. No ofrecen la mejor calidad del mercado, pero son pequeñas, sencillas y cuentan con modos automáticos que te harán la vida más fácil. No en vano se las llama cámaras point & shoot, es decir, apunta y dispara. En el rango de entre 100 y 200 euros tienes variedad suficiente para cubrir tus necesidades y son muchas las marcas que fabrican modelos de este tipo: Canon, Nikon, Samsung, Pentax, Sony, BenQ, Panasonic, Casio, Kodak…

Si eres aficionado a la fotografía, pero no quieres gastarte mucho dinero y tampoco complicarte la vida con ópticas intercambiables, probablemente la mejor opción para ti sean las cámaras bridge. Estas cámaras son más grandes que las compactas, pero menos que las réflex. Ofrecen una flexibilidad mucho mayor que la de las compactas al contar con modos manuales o semiautomáticos, pero también son algo más caras. Su rango de precios se mueve entre los 150 euros de los modelos más antiguos y los 400 o incluso 500 de los más nuevos. Un buen ejemplo sería la Fujifilm HS20EXR.


Si eres un apasionado de la fotografía probablemente tus anteriores cámaras ya hayan sido réflex y, si no, seguramente estás pensando en comprar una. ¿Qué cámara réflex comprar? En el caso de las réflex la variedad es menor que la de las cámaras compactas. Las principales marcas suelen tener tres o cuatro modelos en catálogo para distintos bolsillos y niveles. Por un lado tenemos las cámaras réflex de entrada, que son ideales para los que están empezando o los que no quieren gastar mucho dinero. Aquí tenemos la Canon EOS 1100D o la Nikon D3100, por ejemplo.



Después tenemos modelos de gama media, como la Canon EOS 60D, que ofrecen algunos extras interesantes sin que tengas que pedir un préstamo para comprarlos y, por último, tenemos los modelos profesionales que, lógicamente, no están al alcance de todos pero que ofrecen una calidad de imagen y unas prestaciones insuperables. El ejemplo más representativo en este caso sería posiblemente la Canon EOS 5D Mark II. En este caso el rango de precios iría desde los 500 o 600 euros aproximadamente (a menudo se pueden encontrar mucho más baratas) hasta varios miles de euros. De cámaras como la Pentax 645D, las Hasselblad y compañía directamente no hablamos. Juegan en otra liga tanto por prestaciones como por precio.

Desde hace poco también tenemos modelos como las cámaras NEX de Sony o las PEN de Olympus. Cámaras híbridas de altísima calidad, con un tamaño compacto, controles manuales y que además permiten usar ópticas intercambiables. Este tipo de cámaras yo las metería en el mismo saco que las réflex. Es decir, son para gente que disfruta haciendo fotos, que tiene ciertos conocimientos sobre fotografía y que está dispuesto a gastarse dinero en ellas.

¿En qué características debo fijarme?


Dependiendo del tipo de cámara que necesites tendrás que fijarte en unas características o en otras. Si te has decidido por una cámara compacta, tu prioridad será probablemente el tamaño. A menudo el gran reclamo de las tiendas son los megapíxeles, pero es ciertamente algo absurdo. Los megapíxeles son interesantes para realizar impresiones a gran tamaño, pero si quieres hacer fotos típicas de familia o de viajes, a partir de 6 megapíxeles te sobra. Las compactas más actuales están ofreciendo entre 12 y 16 megapíxeles. También es interesante que la cámara incluya estabilización de imagen (si es estabilización dual, mejor), un buen modo inteligente que identifique la configuración más adecuada para el momento y un zoom de al menos 5 aumentos para tener algo de versatilidad.



A menudo podemos encontrarnos con cámaras de este tipo que incluyen funciones como GPS (como la Pentax Optio WG-1 GPS), Wi-Fi, la posibilidad de hacer fotos en 3D, pantalla táctil (como las nuevas Sony WX30 o TX55), doble pantalla… Ese tipo de opciones están muy bien si realmente vas a utilizarlas. Si no, estarás pagando de más por algo inútil. Últimamente también están proliferando las cámaras compactas todoterreno que resisten los golpes, son sumergibles, etc. Una vez más, todo depende del uso que vayas a darle a tu cámara. Si buscas una cámara para hacer fotos de tus descensos en mountain bike por la sierra madrileña, probablemente te venga bien tener una cámara de este tipo. Si no, ni te lo plantees.

En el caso de las cámaras bridge yo me fijaría primero en la calidad de su óptica. Se supone que estamos hablando de cámaras que son para usuarios que tienen un cierto interés por la fotografía, así que es importante que obtengan buenos resultados con sus cámaras. En una cámara réflex puede poner el objetivo que quieras dentro de los que sean compatibles, pero en una bridge estarás atado de por vida a la óptica de serie, así que asegúrate de que es lo que deseas en cuanto a nitidez, zoom y luminosidad.

Otro factor a tener en cuenta en este tipo de cámaras es el modo manual y la compatibilidad con RAW. Casi todas las cámaras de este segmento ofrecen controles manuales o modos de exposición similares a los de las cámaras réflex, pero asegúrate para no llevarte sorpresas. Por ejemplo, la reciente Panasonic Lumix FZ47 no puede capturar en RAW. La posibilidad de disparar en formato RAW no es tan frecuente, pero yo le daría una prioridad máxima. Si hasta ahora no has disparado en este formato probablemente no entiendas esa importancia y a mí me resulte muy difícil hacerte entender a qué se debe, pero hazme caso: una vez empieces a disparar y a editar en RAW y veas la calidad y la flexibilidad que ofrece, no querrás volver a disparar en JPEG.

Nikon P500

En el caso de las cámaras réflex, la primera decisión importante es la marca. Canon, Nikon, Pentax, Olympus y Sony son las principales marcas del mercado. En cuanto a objetivos y accesorios compatibles, Canon y Nikon son la mejor opción. Daos cuentas de que no estoy hablando de la calidad de la imagen o la construcción de la cámara. Las dos marcas tienen una gran presencia en todo el mundo y en cualquier tienda especializada o incluso grandes almacenes vas a encontrar materiales para ellas. Por desgracia, no siempre ocurre lo mismo con el resto.

La segunda decisión que tienes que tomar es si necesitas una réflex de entrada o algo más potente. Esto depende puramente de tus expectativas y de tus conocimientos previos. Si vas a Flickr y buscas fotos hechas con cámaras como la Canon EOS 1100D, la Nikon D3100 o la Pentax K-r, todas ellas los modelos más básicos y económicos de sus respectivas casas en la actualidad, encontrarás sin duda fotografías de grandísima calidad que podrían usarse para trabajos profesionales sin ninguna duda. Las diferencias con sus modelos “mayores” están quizá en la resolución, la velocidad de obturación, un mayor número de disparos en ráfaga, distintos métodos de medición, una pantalla más grande, con mejor definición o articulada, poder grabar vídeo a mayores resoluciones. De nuevo, todo depende de tus necesidades.

¿Es la segunda mano una opción?


Depende del tipo de cámaras que necesites. Para cámaras compactas yo no me lo plantearía. Evolucionan más rápido, su vida útil es muchísimo más corta y en general son cámaras que sus usuarios han tratado con menos cuidado. Si por ahorrarte 20 euros vas a acabar llevándote una cámara evidentemente usada y que se te vaya a quedar pequeña o anticuada a los seis meses, creo que merece la pena gastar un poco más.

Otra cosa muy diferente son las cámaras réflex. El mercado de cámaras réflex de segunda mano es muy activo, no sólo para las cámaras en sí, sino también para los objetivos. Es muy fácil encontrar a buen precio cámaras de hace tres o cuatro años, que todavía ofrecen unas prestaciones relativamente actuales y que están además en muy buen estado. En estos casos la rebaja respecto a comprar una cámara actual nueva puede ser considerable, así que es interesante al menos considerarlo. Como siempre que se compra algo de segunda mano, asegúrate de que el funcionamiento es correcto y de tener algún tipo de garantía por parte del vendedor. eBay, foros de fotografía y tiendas de segunda mano serán tus mejores amigos para este tipo de compras.

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